martes, 19 de junio de 2012

Diario de una desgracia.

Lunes 25- 05-1840
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Cuando estábamos surcando el amplio océano, de repente apareció aquel barco que cambió mi vida. Nos asaltaron de repente y el barco voló en mil pedazos.
Ahora me encuentro en esta isla, en ninguna parte, no se se habrá mas supervivientes.
He encontrado una pequeña cueva, con unos troncos y las hojas de los árboles me he hecho una cama, es un poco incómoda pero por lo menos no duerme en el suelo.
Ahora voy a ir a buscar comida, hay muchos cocoteros, no creo que mi alimentación sea un problema. También iré a buscar leña para calentarme esta noche, porque tiene pinta de que va  a hacer mucho frío.

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